Ese momento me tocó vivirlo en Ica, específicamente en la provincia de Palpa, a donde había ido con mis alumnos de la universidad a tomar fotos a esa localidad por estar en su fecha central de aniversario. Cuando ocurrió el terremoto estábamos frente a la feria, las luces se apagaron, y todos empezaban a gritar, los niños en los juegos, la gente en la calle, mis alumnos a quienes los puse lo más cerca a mi, en circulo y con mi celular empecé a iluminarles el rostro y hablarles para que se intenten tranquilizar, pero dentro de mi pensaba cuándo va a parar esto.
Luego, era el problema de tener comunicación, no funcionaba ningún tipo de teléfono, salvo el de la plaza que de vez en cuando salia alguna llamada, mis chicos angustiados porque estaban lejos de sus familias, algunos de Pisco otros de Ica, felizmente nos encontramos con un trabajador de la universidad que vivía en Palpa y nos ayudó.
Casi a las 9 de la noche recién pudo entrar mi llamada a Lima y saber cómo estaba mi familia. nadie aún sabía nada del epicentro. minutos más tarde pudimos tomar un bus que nos lleve a Ica. El camino de regreso era desolador, sólo las luces del bus dejaban ver a su paso personas paradas o sentadas al borde de lo que eran las puertas de sus casas, en ese momento, sólo escombros.
Cuando llegué a la universidad, también se había visto afectada. No pude regresar a Lima después de dos días y sólo tenía un rollo en mi cámara, con la que pude tomar algunas fotos. Y más historia que quizás les cuente otro día :)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario